Hoy hablamos de unas especies humanas de individuos sobremaduros, encerrados en un cuerpo demasiado pueril para sus inquietudes vitales. Les sobra juventud, vamos a verlo:
El joven pero viejo suele ser una persona adolescente, según su carnet de identidad, pero con una visión de la vida vamos a decir "viejuna". No estoy hablando de que usen pantalones de pinzas, o no, el tema no es la estética. El tema está en su comportamiento. Hablan como personas mayores, les preocupa las aceras en mal estado, las obras sin terminar, que el papel de cocina absorva, y cuál es el detergente que deja la ropa más suave. Son amantes de los razonamientos sesudos. No les suele gustar tanto el deporte o salir de fiesta, pero nunca rechazan ir a tomar una copa, o cómo lo llaman ellos "un refrigerio".
Les gusta dar paseos "para bajar la comida", leer la prensa (costumbre, por lo demás muy sana, siempre que no .... subrayen cosas!), y si fuman, prefieren hacerlo en pipa. Aprecian un buen vino sobre un calimocho peleón, y dicen frases como "yo no fumo, pero estos puros son los Mercedes del tabaco". Cuentan con numerosos refranes en su vocabulario, que dan a entender su visión de la vida: "quien madruga, Dios le ayuda", "más vale pájaro en mano", ó "una sola flor no hace primavera". Aquellos con versión superplus pueden recitar sin pestañear expresiones como "tanta paz lleves como descanso dejas", o "cosas veredes, amigo Sancho". Además, tiene especialmente desarrollado el sentido del peligro, nada acorde con su edad (yo debo ser un poco joven pero viejo, o viejo a secas, por que no me parecen aspectos negativos).
Entre otras costumbres sanas puede estar el ir a recoger caracoles, hierbas en el monte (al loro con el forestal), o ir al mercado de la ciudad. Les gusta contar entre sus amistades a personas más añejas, de las que extraen su sabiduría pero, oh, sobre todo, su vocabulario. "Carregat de raó", és otra frase expresiva, a la par que demostrativa de lo que es un "joven pero viejo".
Su futuro profesional es su presente, y en ocasiones los vemos metidos en juventudes políticas, u organizaciones como fallas, pero ya en estratos de poder, por supuesto. Que son jóvenes pero viejos, pero no gilipollas.
Así pues, podemos acotar los "jóvenes pero viejos", en una serie de parámetros:
EDAD: joven, pero viejo de espíritu.
AFICIONES: viejunos, sin llegar a la petanca. Pero cartas y dominó no son nada desdeñables.
VOCABULARIO: en desuso. Si se uso una frase de la calle, como "nano", o iba "to ciego", se remarca bien remarcado. Que conste que lo hace aposta, y que es un joven pero viejo queriendo ser joven. Al psicoanalista ya!
VESTUARIO: nuevamente viejuno. Quizás económico, por que se podría tomar prestado del padre/ abuelo.
POSICIÓN SOCIAL: no son del grupo de los populares que van con las macizorras, pero no te duermas en los laureles, que en unos años ya estarán tocando billetazos. Saben ascender socialmente. No en vano son "jóvenes, pero viejos".
¿Dominarán el mundo, en un futuro, estos "jóvenes pero viejos"?
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