ROMA es AMOR al revés

ROMA es amor, al revés. Es decir, lo que queda cuando se acaba el amor. Ya sé que en realidad ROMA es la capital de Italia. Pero ahora, en este texto, ROMA será amor al revés.

"Para ella siempre fuiste un gran tipo". No le faltaba razón. Valías mucho. En realidad vales mucho, pero quiero decir que llegó un día en el que dejaste de ser importante en su mundo. Pasaste de ser todo, a ser nada. Y lo que antes estaba bien, de repente pasó a estar mal. Y se acabó el amor.

ROMA es una ciudad en ruinas, cómo una relación que ya no es nada. Sí, tuvo un pasado glorioso, pero esos grandes edificios ya no sirven para lo que se construyeron. Tus gracias, que tanto le hacían reir, le molestan, tus problemas le agobian y tus hobbies le aburren. Vaya, desde entonces no has vuelto a probar esa comida que le encantaba, ni ves en la tele esas series que veías con ella y que no te gustaban... pero te gustaba ella.

"Si juntasemos todos los minutos que nos hemos besado, llenaríamos cientos de días. Y si juntasemos todas las veces que nos dijimos "te quiero" el silencio se acabaría".

Ahora sólo te queda ROMA... en ruinas. Ah, bueno, y miles de fotografías vuestras en la memoria de tu ordenador.

Sabes que irá a esos sitios que estaban en vuestra lista de futuros viajes juntos, pero no contigo, y que ha descubierto esa película que querías ver con ella. Al menos piensa que quizás te eche un poco de menos.

ROMA fue la capital del mundo, pero ahora ya no lo es, ni ella tampoco te mira cómo antes. Tus ojos han dejado de ser azules, y apenas se acuerda de que nadie la supo amar como tú. ROMA fue lo más, pero ahora sólo es amor al revés.

Al final sólo queda ROMA. En realidad, al final ya no queda nada.