"Dance on the bloog"

"Hace tiempo que no escribo en mi blog" no puede ser una frase con la que empiece, cada cierto tiempo, mi cuaderno en internet, una entrada tras otra. El medio no puede convertirse en el mensaje. Vamos, no debería.

"Hace tiempo que no escribo en mi blog". Ahora sí estoy escribiendo, vamos, lo estaba haciendo antes de que pudiseses leer esto. Y eso es posible no porque haya encontrado tiempo, si no porque tenía otra cosa que hacer. He sido víctima del "procrastinating" (ver entrada). Vaya, de nuevo el contenido se convierte en el mensaje. Es el metablog.

Quien tiene un blog, seguro que se identifica con esto. El arduo trabajo de escribir se compensa con una inyección de ego, al ver que te ha visitado alguien de Chile, Rusia o Eslovenia. Piensas: "guau, a alguien fuera de nuestras fronteras le interesa El blog de Vic". Bueno, en realidad ha sido víctima de los caprichos del motor de búsqueda de Google. Otros clásico son las competiciones con compañeros, por ver quién consigue más entradas y, cómo no, dejar de escribir durante semanas. Si no lo haces, ni eres bloggero ni eres ná.

Cuelgas textos en una red mundial, pero en realidad te va a leer gente que te conoce. Así que luego no te extrañe que las entradas más seguidas son aquellas que hablan de un bebé, un abuelo, tres amigos de festorra, un canario que no se calla, tus intimidades más íntimas, etc.

A este blog le queda mucho por crecer, y una apuesta por aquellos contenidos más comerciales (cómo el sexo, disponible en una futura versión de pago). Se aceptan propuestas. De gratis, claro que sí, que esto es internete.