domingo, 2 de septiembre de 2012
Lo que més convinga (en castellano)
"Lo que més convinga". (lo que más convenga). Esa frase me dijo, resignadamente, como quien da un gran consejo. "Lo que més convinga", me volvió a decir, como si repetirla cargase doblemente de razón aquella sentencia.
- "Lo que més convinga" es una frase que un conocido escuchó hace poco, cuando planteaba un dilema vital que marcará los próximos años de su vida. Habia de tomar una decisión: quedarse en un trabajo que no le daba demasiada seguridad, aquí, en su tierra, con su gente... o aceptar una oferta en Alemania, en una ciudad a 300 kilómetros de cualquier aeropuerto. -
En un primer momento entendí ese "lo que més convinga" como una afirmación a la decisión que yo iba a tomar. Pero, claro, ¿cómo sabía yo qué es lo que más convenga? Y, aún más importante, ¿cómo la sabía la otra persona? Seguramente no lo sabe, pero ni falta que le hace. Porque quien tiene que tomar la decisión soy yo.
"Lo que més convinga":
a) Si decides y te sale bien, dentro de un tiempo te diré: ves, ya te dije yo que lo que más conviniera.
b) Si te equivocas: mhhh, deberías haber hecho lo que más conviniera.
c) En todo caso, enhorabuena. "This is not my problem", y seguramente tienes mucha más información que yo que te ayudará a tomar la decisión correcta.
"Lo que més convinga", tócate las narices", me decía este conocido. En realidad esa frase yo ya la había escuchado antes, es como si se transmitiese de padres a hijos. Si se rompe una relación, lo que més convinga". Si vas a estudiar una u otra carrera, "lo que més convinga". Si vas a comprar una casa... "lo que més convinga, fill". Seguramente lo dice quién ha visto pasar muchas cosas, aciertos y errores, que no son más que pasitos en la vida.
Sea cómo sea, que "Lo que més convinga" te acompañe.
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