Visto en una tienda.
Se trata de bicicletas de niño, de 3 a 5 años. En la caja de la derecha debió perderse la pegatina. Fascinante.
Se trata de una fotograría que ya puse en mi twitter, pero que se merece un sitio destacado en mi blog, más aún ahora que mi sobrina ha aprendido, por fin, a montar en bicicleta (aún no ha cumplido los 3 años). De hecho tiene una Kikodil naranja como la de la izquierda... y la de la derecha. Ah, no, esa es verde.
El dibujo lo debió hacer algún trabajador de la tienda de deporte. Por accidente, error o vandalismo la caja había quedado desprovista de su oportuna etiqueta, que ayuda al comprador a conocer el contenido y a llevárselo a casa. Grandes problemas, sencillas soluciones. Con imaginación y algo de maña en el trazo teenemos como resultado una restauración que nada tiene que envidiar a la del Cristo de Borja.
Aprovecho, pues, para colgar esta foto en tal día como hoy, que la misma marca inaugura una nueva tienda en Valencia, al lado del río. La primera publicidad la regalo yo, majetes. Por cierto, necesito un casco de bici. Yo, por si acaso, doy ideas.
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